Aquí donde cruza el umbral,
entre lo humano y lo irreal,
donde los cinco sentidos se agudizan,
y la negativa no existe.
El viento da un soplo de esperanza,
y tiritan las hojas a su son,
este cuerpo mío libera querellas,
y la incansable disyuntiva cesa.
Los puntos cardinales guían a los amantes,
al paisaje eterno donde expira la luz,
y el mar besa al sol,
llegando siempre puntual a la diaria despedida.
Aquí donde las solitarias almas ríen,
y la creación celeste les abraza,
como si el suplicio se curara con sal,
y la espuma trajera ilusión.
Aquí donde nada existe,
donde se olvida y se recuerda,
donde se espera y se deja de esperar,
donde el amor puede doler, pero nunca terminar.
©Becky Macías for Palabras con Alas. All rights reserved.
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